Preocupación en Japón por restricción de ventas de semiconductores a China: Impacto en la industria automotriz y de tierras raras.

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Toyota y otros fabricantes japoneses preocupados por restricciones de ventas a China

La decisión del Gobierno de Japón de restringir las ventas de semiconductores y servicios de equipo de fabricación de chips a China ha generado una creciente preocupación en el país del sol naciente. Varios altos funcionarios del Ejecutivo nipón y directivos de los principales fabricantes de coches como Toyota han manifestado su miedo a una posible nueva guerra comercial entre ambos países asiáticos.

Toyota teme nuevas restricciones por parte de China

Toyota, una de las mayores empresas de Japón, considera que el Gobierno chino de Xi Jinping podría imponer nuevos controles al comercio de chips de manera que se limite la actividad de la compañía y el conjunto del sector, así como de la economía japonesa ante el desarrollo de nuevas soluciones de movilidad como el vehículo eléctrico.

Dependencia de Japón en las Importaciones Chinas de Tierras Raras

La preocupación de Toyota se escuda en la crisis iniciada en 2010, cuando China suspendió temporalmente las exportaciones de tierras raras a Japón tras un enfrentamiento en aguas del Mar de China Oriental reclamadas por ambas partes. La medida sacudió al sector electrónico japonés y amenazó con cortar el suministro mundial de imanes de alta potencia producidos en Japón con tierras raras procedentes de China.

Desde entonces, Tokio ha trabajado para reducir su dependencia de las importaciones chinas de tierras raras, aunque por el momento mantiene una estrecha colaboración en la materia con China y el miedo de las empresas es que esta relación se rompa de un día para otro.

Presión de Estados Unidos Sobre Japón y China

Mientras tanto, entre bastidores Estados Unidos ha estado ejerciendo presión y controlando parte del comercio entre ambas naciones asiáticas en virtud de la regla del producto extranjero directo que permite a Washington controlar las ventas de productos fabricados en cualquier parte del mundo, siempre que utilicen la más mínima cantidad de tecnología estadounidense.

En octubre de 2022, EE.UU. presentó por primera vez un sistema de control a las exportaciones de chips, un ejemplo que posteriormente aplicaron a sus empresas Japón y Países Bajos, centrados en limitar el acceso de «países enemigos» tanto a los equipos de nueva tecnología como a los procesadores de última generación.

Desde entonces, Washington ha tratado de convencer a sus aliados para que se alineen plenamente con su política comercial, en particular limitando la capacidad de los fabricantes ASML Holding o de Tokyo Electron para reparar máquinas restringidas que ya están en China, algo que las empresas estadounidenses tienen prohibido hacer.

Resumen de la noticia


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    • La decisión del Gobierno de Japón de restringir las ventas de semiconductores y servicios de equipo de fabricación de chips a China ha generado preocupación en el país del sol naciente.
    • Toyota y otros fabricantes de coches en Japón temen una posible guerra comercial con China debido a los controles en el comercio de chips.
    • La crisis de 2010, cuando China suspendió las exportaciones de tierras raras a Japón, ha generado preocupaciones sobre la dependencia de Japón en las importaciones chinas de estos materiales.
    • Estados Unidos ha ejercido presión sobre Japón y China en el comercio de chips, controlando las ventas de productos que utilicen tecnología estadounidense.
    • Washington ha tratado de convencer a sus aliados para alinearse con su política comercial, limitando la capacidad de empresas como ASML Holding y Tokyo Electron de reparar máquinas restringidas en China.

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